N.T. Wright
Mi objetivo en este artículo, es examinar un tema que a menudo está marginado, pero que posiblemente esté tan cerca como cualquier otro del meollo de la teología de Pablo. Me refiero a la pregunta de la carne ofrecida a los ídolos, que trata en 1 Corintios 8-10. Mi argumento es, espero, muy simple. Que Pablo, en este pasaje, ofrece a la iglesia Corintia, rodeada como estaba por el paganismo, un centro cristológico para su creencia y acción, que se relaciona directamente y de una manera provocativa a la tarea de enfrentar el paganismo con el evangelio. Aunque la pregunta de la carne ofrecida a los ídolos, se haya pensado a menudo que tiene poca importancia contemporánea, espero mostrar que el pasaje es no sólo exegéticamente fascinante y teológicamente provocador de pensamiento, sino que posee más importancia potencial para la iglesia y para el mundo de finales del siglo XX de lo que a primera vista podríamos imaginar.
Construyendo este argumento utilizaré otros dos estudios. El punto inicial del pasaje es 1 Corintios 8:6, que es una de las formulaciones Cristológicas más notables de Pablo. He expuesto los detalles técnicos del versículo en otro lugar, y aquí presupongo un poco de aquella argumentación detallada. Asimismo he argumentado con un trabajo próximo que la tarea de la iglesia contemporánea implica dirigirse seriamente a un paganismo de múltiples facetas, que reemplaza rápidamente al deísmo de la postilustración o al ateísmo como la principal característica de la cultura Occidental moderna, y de la misma manera presupongo un poco de aquella discusión…
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